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| "...removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella" |
"Y sobrevino un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y acercándose removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Era su aspecto como el relámpago, y su vestidura blanca como la nieve. De miedo de él temblaron los guardias y se quedaron como muertos. El ángel, dirigiéndose a las mujeres, dijo... " (Evangelio de Mateo, 28, 1-5).
La Biblia está llena de escenas muy teatrales, como ésta protagonizada por un ángel que baja del cielo, en medio de un terremoto, en el amanecer del día primero de la semana, es decir, el siguiente al sábado; además, manifiesta una fuerza hercúlea: mueve él solo la piedra del sepulcro y después, lo que me parece genial, se sienta sobre ella. ¿A descansar? Y esto sucede ante un público muy receptivo, pues los guardias se quedan petrificados por la impresión y los poderosos efectos, y las mujeres, expectantes,... Imagino que quieres saber qué hicieron ellas, María Magdalena y María, madre de Santiago: de entrada escucharon al ángel, que desde su escenario les habló con una dicción clara. Y luego, reaccionaron; vamos, que la interacción con el público no se la han inventado los teatreros modernos. Estamos ante un fragmento del Evangelio de san Mateo, que se calcula que fue escrito entre los años 70 y 80.
