ESCENAS MÍNIMAS

En el Salón de los Espejos del Teatro Calderón

     La Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León abre sus trabajos a la ciudad, con estas "Escenas mínimas", puesta en escena de una selección de obras cortas de autores españoles contemporáneos de dos generaciones: 

1. Por un lado, José Luis Alonso de Santos ("Amor divino, amor humano") y José Sanchis Sinisterra ("Pervertimiento y otros gestos para nada"), como autores que en la Transición abrieron nuevos caminos en la dramaturgia nacional.

2. Por otro lado, están los autores de la "generación Bradomín", de los años 90; para "Escenas mínimas", se han seleccionado textos de Rodrigo García, "Dedos" de Borja Ortiz de Gondra, "Animales Nocturnos" de Juan Mayorga y "Morir" de Sergi Belbel. 

CUÁNDO: 8 de abril, 20: 30 p.m.

DÓNDE: Salón de los Espejos del Teatro Calderón.

QUIÉNES: ex alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León y alumnos del último curso. Dirigen: profesores del Departamento de Dirección de Escena.

PARA QUIÉN: para los que gusten de pasar la velada del viernes en teatro y no le teman a ... ¡los espejos!


LA CRÍTICA (publicada en ABC, CyL, martes 12 de abril de 2011, p. 53):

Teatro contemporáneo

“Escenas mínimas”, a partir de selección de textos de varios autores contemporáneos. Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León. Salón de los Espejos. Teatro Calderón.

Julia Amezúa

Esta temporada, la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León está abriendo al público los trabajos de sus profesores y alumnos. A la lectura dramatizada de “La noche árabe” del alemán Roland Schimmelpfenning en marzo, ha seguido la representación de “Escenas mínimas”, sobre una atinada selección de textos de seis dramaturgos del teatro español contemporáneo.  Alonso de Santos (“Amor divino, amor humano”) y  Sanchis Sinisterra (“Pervertimento”) están entre los autores que abrieron vías nuevas en la dramaturgia española de la Transición. Junto a ellos, se encuentran nombres de la llamada “Generación Bradomín” o “Generación de los 90”, hoy muy presentes en las tablas: Sergi Belbel (“Morir”), Borja Ortiz de Gondra (“Dedos”), Juan Mayorga (“Animales nocturnos”) y Rodrigo García, todos significativos en la escena española contemporánea.

El conjunto del trabajo, coordinado por Juan José Villanueva, está bien planteado, con un montaje articulado con los textos de Rodrigo García, que dan paso a las cinco escenas; funciona igualmente la disposición del espacio escénico, unas tarimas en el centro del Salón de los Espejos con el público a los lados, y bien marcadas las salidas y entradas que permiten a los actores moverse con soltura. La representación convence, tiene ritmo y resulta amena y de interés; de las cinco escenas resaltan “Morir” y “Dedos”, por su mayor tensión dramática y por su interpretación más matizada. “Morir”, dirigido por José Mª Ureta e interpretado con fuerza por Alba Frechilla y Leticia Fernández, muestra una doble solución ante el reto de una asesina a su víctima para que llame a Dios con el fin de que impida el crimen . Por su parte, “Dedos” dirigido por Juana González, destapa  conflictos sexuales, emocionales y vitales de cuatro personas con vidas entretejidas e incomunicadas. Los actores (destaca Javier Bermejo) sacan con viveza el enredo y el humor corrosivo de este fragmento (vodevil negro se subtitula la pieza), en un juego escénico chispeante que divirtió al público.