Planeta LiTeatrura

A principios de 2011, a orillas del río Cega, nació el Planeta LiTeatrura, un espacio que se nutre de mi experiencia docente, de mi labor como divulgadora de la cultura en distintos medios y de mi pasión por la literatura y el teatro. Si decides entrar en este planeta y notas que te falta el aire, no te apures y ponte en contacto de inmediato con alguno de sus habitantes. ¡Suerte!


domingo, 20 de marzo de 2016

PASIÓN: TEATRO CORSARIO

Capuchones en la Plaza de Colón (Valladolid) el Domingo de Ramos

"... mi primera emoción estética, mi primera experiencia teatral como espectador son los pasos procesionales: aquel desfile de atrocidades me resultaba fascinante. Ver un mar de cruces bajando por la calle, cada paso tenía su ritmo, y ver cómo esos mástiles iban haciendo un tránsito de barcos por el vaivén, el silencio expectante, luz de velones, escenas completas de una tremenda teatralidad, con sus personajes secundarios y todo. Me producían fascinación y miedo."  


Fernando Urdiales, el fallecido director de Teatro Corsario, explicaba así la emoción estética que le producían las procesiones de la Semana Santa castellana en las ocasiones en las que comentaba su espectáculo "Pasión", representación de la Pasión de Cristo, inspirada en la imaginería barroca castellana del Museo Nacional de Escultura y en  las procesiones de Semana Santa


Cartel anunciador de "Pasión" www.corsario.com

Otras entradas sobre Teatro Corsario en este blog:


viernes, 18 de marzo de 2016

POE

 http://www.teatrocorsario.com


OBRA: "La maldición de Poe".
COMPAÑÍA: Teatro Corsario.
DIRECTOR: Jesús Peña.     

Crítica de teatro publicada en ABC (CyL),  31 de agosto de 2010:

"Poe y la crisis" sobre "La maldición de Poe". Teatro Corsario. Director: Jesús Peña. Feria de Teatro de Castilla y León. 

Julia Amezúa


Poe regresa a escena, con este montaje excepcional de títeres para jóvenes y adultos, en el que se aprovecha su caudal literario y vital para componer la trama de amor trágico entre los adolescentes Edgar y Annabel, en la que se integran tramas secundarias. Entre estas, reconocemos referencias a «Los crímenes de la calle Morgue» (el orangután aquí «afeita» a los abuelos de Edgar), «El gato negro», «El pozo y el péndulo» y al poema «Annabel Lee», balada de la muerte de Virginia, la mujer de Poe fallecida de tuberculosis. Además hay guiños a «El corazón delator» (¡ese latido!) y a «El cuervo» («Nunca más»). Y sobre todo, estamos ante un trabajo que transmite emociones intensas al espectador, como le gustaría a Poe: miedo, expectación, belleza y espanto, sin que falte humor. Para conseguirlo, la puesta en escena está muy elaborada, con la escenografía detallada y la luz y la banda sonora bien graduadas. Tres expertos manipuladores manejan una veintena de marionetas (algunas de gran tamaño) de modo tan asombroso, que nos olvidamos de ellos y pensamos que las marionetas tienen vida propia. Sin palabras, la fuerza plástica del conjunto del espectáculo sobrecoge; resalto, por su conjunción de horror y belleza, la escena de los ahogados en el mundo acuático y la de la Muerte blanca al final.

martes, 1 de marzo de 2016