Gonzalo de Berceo, el primer poeta castellano de nombre conocido, nació en Berceo (La Rioja) a finales del siglo XII y murió en la segunda mitad del siglo XIII.
En el pequeño monasterio de Suso (arriba), en San Millán de la Cogolla, se encuentra el portalón donde Berceo escribía.
Fue un clérigo que escribió vidas de santos y una colección de milagros de la Virgen. De Berceo, podemos aprender muchas cosas en nuestro tiempo, una de ellas, para todos los que tengan que enseñar o comunicar, es que la letra con el humor entra mucho mejor:
quiero hacer una prosa en roman paladino,
con el cual suele el pueblo hablar a su vecino;
pues no soy tan letrado para hacer otro latino
bien valdrá, como creo, un vaso de buen vino.
(Segunda estrofa de su "Vida de santo Domingo de Silos")
Como buen juglar (de historias de santos, en este caso), después del trabajo hecho, Berceo pide un premio: un vaso de buen vino. También lo hará el arcipreste de Hita en el "Libro de buen amor" (estrofa 1633), cuando pida que le paguen con una oración:
Señores, hevos servido con poca sabiduría:
por vos dar solás a todos fablévos en jograría.
Yo un galardón os pido: que por Dios en romería
digades un pater noster por mí e ave María.
Recuerda que en la poesía juglaresca medieval es frecuente que los juglares pidan un premio (dineros, vino, por ejemplo) por su actuación. Así se ve al final del "Cantar de mío Cid".
¿Sabías que en el siglo XI, en el monasterio de Suso, los monjes apuntaron sus comentarios en las partes difíciles de entender de los antiguos códices y que lo hicieron en romance? Estas glosas o comentarios se llaman las "Glosas Emilianenses" y se consideran las primeras manifestaciones escritas de una lengua romance peninsular.
RECURSOS
Señores, hevos servido con poca sabiduría:
por vos dar solás a todos fablévos en jograría.
Yo un galardón os pido: que por Dios en romería
digades un pater noster por mí e ave María.
Recuerda que en la poesía juglaresca medieval es frecuente que los juglares pidan un premio (dineros, vino, por ejemplo) por su actuación. Así se ve al final del "Cantar de mío Cid".
¿Sabías que en el siglo XI, en el monasterio de Suso, los monjes apuntaron sus comentarios en las partes difíciles de entender de los antiguos códices y que lo hicieron en romance? Estas glosas o comentarios se llaman las "Glosas Emilianenses" y se consideran las primeras manifestaciones escritas de una lengua romance peninsular.
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1. Para saber más de su biografía, pincha aquí:
2. Si quieres conocer a algunos fans de Berceo y unirte a ellos (Antonio Machado, Rubén Darío, Ramón Pérez de Ayala, Manuel Machado), no dudes en pasarte por:
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