El último fin de semana pasó por el Teatro Zorrilla de Valladolid la comedia de Eduardo Galán "Historia de 2" , una historia romántica en el marco de un aula de instituto. Puedes leer mi crítica publicada en ABC (CyL) el jueves 16 de febrero:
Después de 40 años en las aulas, Ortiz lo ha visto todo: cambios continuos en el sistema educativo, decadencia de la enseñanza con alumnos que pasan curso cargados de suspensos, degradación en el trato hacia los profesores y en los últimos tiempos, la irrupción de móviles y de nuevas tecnologías. A sus 60 años, Ortiz se siente fuera de lugar y quiere prejubilarse, posibilidad a la que por cierto en los últimos años se han acogido cientos de docentes en este país. Al menos Ortiz, que ama la enseñanza, no ha perdido su pasión por las palabras y los libros, a los que recurre en sus tutorías con Lola, mujer joven y analfabeta, madre de su alumno Dani. No en vano, la literatura es necesaria, para el crecimiento y el desarrollo personal. Antes de tirar la toalla, Ortiz se implica en la educación de Dani, un pequeño salvaje de 14 años que va camino de la delincuencia con sus coqueteos con las drogas y el maltrato a su madre. Supliendo a un padre inmaduro y ausente, Ortiz asume responsabilidades fuera del instituto.
Eduardo Galán abre con esta comedia de tema actual una ventana en los muros del aula, para que asomemos y conozcamos algo de lo que está ocurriendo. Más allá de la historia romántica de Ortiz y Lola, la obra invita a pensar en la naturaleza de la educación y en la responsabilidad de las familias en la misma. Además, se destaca el trabajo abnegado, arduo y silencioso, sin reconocimiento social, que muchos tutores realizan a diario en colegios e institutos.
La puesta en escena de este espectáculo de hora y media en el que el público entra desde el principio, funciona en un escenario que reproduce el espacio cerrado del aula, cuya conexión con el exterior son las ventanas, la puerta y los sonidos del timbre y de la bulla del patio. El montaje arranca con el monólogo de Ortiz y el salto al pasado con escenas de las tutorías de Ortiz y Lola, separadas por música y luces. Jesús Bonilla y Ana Ruiz están compenetrados y certeros como viejo profesor y mujer barriobajera que va puliéndose. Risas y muchos aplausos.